Quinbrook Infrastructure Partners y su socio desarrollador Welsh Power han adjudicado a la empresa asturiana TSK la construcción llave en mano de una nueva Planta para la Estabilidad de Red Eléctrica en la localidad de Gretna (Escocia).
La planta está basada en una configuración con un condensador síncrono de 60 MVA, mediante el cual se proporcionará potencia de cortocircuito e inercia, así como compensación de energía reactiva, para el aumento de la estabilidad de redes de distribución con alta penetración de generación mediante energías renovables.
Este tipo de instalaciones desempeñan un papel cada vez más importante en los sistemas eléctricos, debido al aumento de la proporción de generación eléctrica a partir de energías renovables. Éstas, basadas en su mayoría en convertidores de potencia (fotovoltaica y eólica), están sustituyendo a la generación convencional que utiliza grandes máquinas rotativas, produciendo una reducción de la inercia del sistema, debilitando la estabilidad de la frecuencia, y haciéndolo más frágil frente a perturbaciones.
Este proyecto forma parte de un conjunto de plantas similares enmarcadas dentro de la segunda fase del ambicioso plan denominado “Stability Pathfinder” lanzado por National Grid ESO, el principal operador de red en Reino Unido.
TSK se encargará de la ejecución llave en mano de la planta, así como de la interconexión en 400kV con la red eléctrica de National Grid, y contará con la tecnología de General Electric para el suministro del generador síncrono.
Con este contrato TSK afianza su presencia en el Reino Unido y obtiene una importante referencia para la apertura de una nueva línea de negocio en un mercado emergente, como es actualmente el relacionado con el refuerzo de la estabilidad y flexibilidad de los sistemas eléctricos en toda Europa, debido a la incorporación de grandes cuotas de energía renovable al mix energético.
Fuente: TSK