El consejo de administración de la Compañía para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa) ha aprobado el jueves 8 de febrero la adjudicación del contrato de gestión externa de los subproductos que se obtienen en la nueva planta de tratamiento de basura bruta (fracción resto). En concreto, se conceden 20.000 toneladas anuales de material bioestabilizado a la empresa Econova Ambiental, S.L.Cogersa pagará a razón de 17,80 euros por tonelada.
El biotestabilizado es un material orgánico que se obtiene de la bolsa negra. Tras un proceso de biosecado (para reducir la humedad) y de cribado, se convierte en material orgánico con propiedades fertilizantes para suelos agrícolas.
El órgano gestor de la empresa pública, presidido por Pablo Álvarez, vicepresidente de la entidad y director general de Calidad Ambiental, ha ratificado el acuerdo de la mesa de contratación que declaraba desierto el contrato relativo al tratamiento del combustible sólido recuperado (CSR) que también se produce en la mencionada planta.
Balance operativo del año 2023
Por otro lado, en el encuentro se ha abordado el balance operativo de las instalaciones y servicios el año pasado. La gerente de Cogersa, Paz Orviz, ha informado de que la recogida separada de residuos municipales se mantiene estable, al haberse captado 101.639 toneladas en los contenedores de colores y en los puntos limpios, el 22,93% del total de los residuos municipales recibido en Cogersa (443.235 toneladas). Se trata de una ligera subida de la tasa de separación en comparación con 2022, cuando se situó en el 22,61% (101.976 toneladas clasificadas sobre un total de 450.978).
Además, una docena de municipios supera esos registros. A la cabeza se sitúan Yernes y Tameza y Gijón, con porcentajes del 41,53% y del 30,58% respectivamente. Seguidamente se encuentran Coaña (30,03%), Oviedo (28,01%) y Carreño (27,94%).
Por materiales, los ayuntamientos trataron a través del consorcio 23.525 toneladas de papel y cartón (23.952 en 2022), 15.811 de envases ligeros como latas, briks y botes de plástico (16.286 en 2022), 17.459 de vidrio (18.248 en 2022) y 10.675 de materia orgánica. Precisamente esta última fracción, la del contenedor marrón, es la que registra un mayor aumento, un 9%, desde las 9.818 toneladas recogidas en 2022.
El resto de fracciones separadas en origen son: restos vegetales (9.303 toneladas, frente a las 9.269 de 2022); muebles (15.824 toneladas, frente a 15.292) y otros desechos reciclables de la actividad doméstica y comercial (9.038 toneladas frente a 9.107).
La entrada en funcionamiento de la nueva planta de clasificación de la fracción resto permitirá aumentar los datos de reciclaje. A los materiales que ciudadanía y empresas separan en origen se podrán sumar otros recuperados por el procedimiento mecánico-biológico de la nueva instalación. Se estima que se alcanzará una cantidad de 80.000 toneladas de diferentes tipos de plásticos y metales. Y, además, habrá que añadir 40.000 toneladas más del material orgánico bioestabilizado.