La vicepresidenta y consejera de Presidencia, Reto Demográfico, Igualdad y Turismo, Gimena Llamedo, ha defendido el proyecto de Ley de Impulso Demográfico de Asturias, “crucial para el futuro de Asturias”. Su aprobación supondrá “un paso fundamental para afrontar uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el Principado”. Durante su comparecencia en la Junta General, Llamedo ha incidido en que el Gobierno de Asturias otorga prioridad a las medidas encaminadas a favorecer el equilibrio territorial y a revertir una tendencia que no es exclusiva de la comunidad, sino de toda la sociedad occidental.
“Esta es una política prioritaria y ahora se le da el rango que merece. Porque esta no es una ley cualquiera, es una ley transversal, moderna y con visión de futuro, diseñada para abordar uno de los mayores desafíos que enfrentamos”, ha explicado la consejera. En este sentido, ha subrayado que “no se limita a soluciones temporales o medidas aisladas”, sino que constituye “un instrumento integral, que abarca todos los aspectos, desde la conectividad digital y el transporte hasta la educación, la salud y el desarrollo económico”, al tiempo que blinda “elementos fundamentales”.
La Ley de Impulso Demográfico de Asturias persigue responder al envejecimiento y el despoblamiento con iniciativas eficaces a medio y largo plazo. “El desarrollo de estas políticas será seguramente una labor que nos trascienda en el tiempo, pues concierne a varias generaciones distintas que apuestan, apostamos y apostarán por el futuro de Asturias”, ha precisado Llamedo. A su juicio, “será una labor de constancia y perseverancia, como la de aquellas personas que trabajan la tierra día a día, semana tras semana y mes tras mes”, que “finalmente dará sus frutos”.
Una normativa que se asentaría sobre cuatro pilares
El proyecto de la futura Ley de Impulso Demográfico de Asturias consta de 81 artículos. Introduce la perspectiva demográfica en todas las políticas públicas, al entender que solo con un planteamiento coordinado y transversal podrá contenerse y revertirse la tendencia poblacional.
La norma se asienta en cuatro pilares fundamentales: fomento de la natalidad y de la conciliación familiar, atracción y retención de juventud, mejora de la calidad de vida en el medio rural y apuesta por la inmigración y el retorno. “Se trata de una ley que toca absolutamente todos los puntos y que constituye una apuesta por el futuro de Asturias”, ha subrayado Llamedo. La consejera ha celebrado que se haya empezado a revertir la tendencia a la despoblación, como confirman los balances del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El proyecto de ley dota de un marco jurídico adecuado y estable a todas las actuaciones dirigidas a encarar el desafío demográfico con una perspectiva a medio y largo plazo. Entre otras líneas de actuación, establece las siguientes:
- Clasificación de concejos. Se establecerán cuatro categorías de municipios: demográficamente dinámicos, inestables, en crisis demográfica y en riesgo de despoblamiento.
- Fiscalidad diferenciada. Especifica la necesidad de establecer beneficios para contribuyentes que residan en concejos con especiales dificultades demográficas, así como a determinados grupos sociales o colectivos.
- Fomento de la igualdad y la conciliación. Plantea otorgar prioridad a las mujeres en el acceso a ayudas y subvenciones en municipios con especiales dificultades demográficas, impulsar medidas de conciliación con especial atención al medio rural y dar prioridad a las familias monoparentales.
- Arquitectura normativa e institucional. Todos los proyectos de ley, decretos y planes estratégicos que se impulsen deberán ir acompañados de un informe de impacto demográfico. Asimismo, se prevé la creación de una comisión gubernamental como órgano de asesoramiento, apoyo y coordinación.