El Gobierno de Asturias ha aprobado una reforma legal clave en su estrategia para avanzar en la rapidez administrativa aplicando la máxima de simplificar es avanzar. Esta iniciativa pretende cumplir un triple objetivo: reducir, facilitar y agilizar los trámites administrativos. Por eso, ha sido bautizada como Ley Simplifica, que responde a un gran objetivo: “menos papeles, más soluciones», según ha resumido la vicepresidenta, Gimena Llamedo.
“El presidente Barbón fijó como uno de los objetivos estratégicos de gobierno reducir la burocracia e impulsar un modelo de Administración pública y de gobierno más ágil, eficiente y sencillo, para dar respuestas útiles a la Asturias del siglo XXI”, ha recordado Llamedo. Con ese objetivo, la Ley Simplifica apuesta por la agilidad administrativa, reduciendo el papeleo y ahorrando tiempo a la ciudadanía. Y, además, sacando partido a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. “En los próximos meses presentaremos nuevas iniciativas en esa dirección”, ha agregado la vicepresidenta. “Una buena parte de los procedimientos están regulados en leyes del Estado o legislación europea, pero estamos aprovechando todas las oportunidades que tiene la comunidad autónoma”, ha añadido.
Esta reforma ha sido fruto del diálogo y el acuerdo, el trabajo con expertos y, también, de la negociación con patronal y los sindicatos. “Gobernar es escuchar, buscar acuerdos y consensos, y eso es lo que hace el gobierno de Barbón los 365 días del año”, ha precisado Llamedo.
La Ley Simplifica afecta a la Ley de Régimen Jurídico y de Medidas de Simplificación Administrativa (Ley 2/1995). Se trata de una transformación estructural orientada a ofrecer respuestas más eficaces, avanzando hacia una administración pública del siglo XXI: inteligente, digital y empática.
“El Gobierno de Asturias tiene claro que su obligación es aportar soluciones para resolver los problemas, ofrecer propuestas para para abordar los retos de Asturias como tierra de oportunidades. Hoy damos otro paso en la dirección correcta”, ha indicado Llamedo.
La Ley Simplifica en el día a día
Estos son algunos ejemplos de lo que supone la Ley Simplifica para las personas y las empresas asturianas:
- Solicitud de ayuda los 365 días del año. Las ayudas públicas podrán solicitarse y concederse durante todo el año, para que lleguen de forma más rápida a las personas destinatarias. Esto permitirá a cada persona pedir la ayuda cundo surja la necesidad y a la Administración, responder con agilidad a las solicitudes.
- Pequeñas obras que no necesitarán permiso. Algunas pequeñas obras en márgenes de carretera o las talas forestales podrán realizarse sin esperar a la concesión de un permiso, mediante una declaración responsable.
- Administración digital que reduce el papeleo. Se refuerza el principio de “una única vez”. Las personas no tendrán que presentar la misma documentación en varias ocasiones, aunque el trámite pase por diferentes consejerías. Por otra parte, con la inminente puesta en marcha de la nueva plataforma MiPrincipado –evolución de la sede electrónica tradicional- la ciudadanía y las empresas tendrán carpetas únicas en las que podrán administrar sus datos, consultar el estado de sus gestiones, cambiar su cuenta bancaria o acreditar una nueva situación personal. Todo ello con autonomía y menos complicaciones.
- Más digitalización y más seguridad. El Principado avanzará en la automatización de trámites y en el uso de la inteligencia artificial, pero con garantías. Siempre habrá supervisión humana y mecanismos para asegurar la transparencia y el buen uso de estas herramientas.
- Menos barreras, más facilidades. Se regula la figura de los agentes habilitados, profesionales como gestores o trabajadores sociales que podrán realizar trámites en nombre de otras personas. Esta medida es especialmente importante para las zonas rurales o los colectivos con menos habilidades digitales.
- Premiar la responsabilidad. Al igual que sucede con las multas de tráfico, quienes reconozcan un error y paguen de modo voluntario podrán ver reducida una sanción hasta en un 50%. Esta medida está pensada para agilizar procesos y evitar largas batallas administrativas.
- Simplificar es avanzar. La Administración también se reordena: se redistribuyen competencias para evitar atascos y se mejoran los sistemas de planificación normativa, al ofrecer mayor transparencia y previsibilidad de las agendas legislativas. También se creará un registro único de contratos, con el fin de facilitar el seguimiento de toda la información relacionada con la contratación pública, desde el momento en que se firma un contrato hasta si se modifica o se prorroga, lo que ahondará en un servicio más rápido y de calidad.
- Proteger y aprovechar el patrimonio rural para construir futuro. La reforma incluye medidas para dar nuevos usos, compatibles y respetuosos, a hórreos, paneras y cabazos. De este modo, se conservan las construcciones tradicionales y, al mismo tiempo, se favorece su uso turístico o social.
Este cambio forma parte de una amplia batería de iniciativas legislativas enfocadas en agilizar el funcionamiento de la Administración. Incluye la Ley de Medidas Administrativas Urgentes (2021), la modificación de la Ley de Patrimonio Cultural (2021), la Ley de Calidad Ambiental (2023), la Ley de Empleo Público (2023) y la Ley de Proyectos de Interés Estratégico Regional (2024).