El HUCA implanta por primera vez una válvula tricúspide por vía percutánea

El Servicio de Cardiología Intervencionista del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha incorporado a su cartera de servicios la sustitución de la válvula tricúspide por vía percutánea. Sin cirugía, se realiza mediante una incisión en la vena femoral. Esta alternativa terapéutica, muy novedosa, es adecuada para pacientes con alto riesgo quirúrgico. Y apenas se practica en una docena de hospitales de todo el país y en un centenar dentro de Europa.

La válvula tricúspide comunica la aurícula y el ventrículo derecho del corazón y permite que el flujo sanguíneo pase de la primera a la segunda cavidad. Cuando se deteriora, puede cambiar la dirección correcta del flujo de la sangre y se produce un fenómeno que se conoce como regurgitación. En esta situación, el corazón debe esforzarse más para enviar sangre a los pulmones, lo que deriva en insuficiencia cardíaca. Suele ser muy incapacitante, limita la calidad de vida de las personas afectadas y causa frecuentes ingresos hospitalarios.

La insuficiencia tricuspídea grave suele diagnosticarse en fases muy avanzadas de la enfermedad. En estos casos, la cirugía abierta conlleva un alto riesgo de mortalidad y comorbilidad, por lo que se practica pocas veces.

Una alternativa a la cirugía convencional

La alternativa a la cirugía abierta, cuando es posible, es la reparación transcatéter de la válvula dañada mediante la fijación de grapas. Sin embargo, algunos casos no pueden tratarse con esta terapia, por lo que la sustitución valvular a través de un catéter resulta una alternativa para los pacientes en estas circunstancias. El HUCA dispone ahora de una opción más viable para quienes padecen una insuficiencia tricuspídea grave y no son candidatos a cirugía convencional ni a la reparación transcatéter.

La primera válvula se implantó en Asturias el pasado 24 de septiembre a un varón de 80 años con una insuficiencia tricuspídea grave. Este paciente ha mejorado sensiblemente de su enfermedad y evoluciona de manera favorable.

El dispositivo se introduce plegado dentro de una vaina que se libera una vez ubicada en el lugar preciso a través de la vena femoral. El proceso se desarrolla guiado por ecocardiografía transesofágica intraoperatoria, basada en gran medida en imágenes tridimensionales en vivo, con el fin de garantizar la posición y la trayectoria correctas para la liberación y anclaje de la válvula. Una vez colocada, se comprueba que su posición y funcionamiento son adecuados y que se ha restablecido el correcto flujo entre las dos cavidades del corazón.

Los doctores Pablo Avanzas, responsable del Área del Corazón del HUCA, e Isaac Pascual, coordinador del programa de intervencionismo transcatéter mitral y tricúspide, fueron los encargados de dirigir la intervención, con el apoyo de un grupo altamente especializado formado por Víctor León, cardiólogo especialista en imagen cardíaca, el anestesista David Fernández y un equipo de enfermería integrado por las supervisoras Cristina Fernández y Ángela Herrero, junto con Pablo Álvarez, Francisco García y Arancha Rodríguez.