La Consejería de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, a través del Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa), pondrá en marcha un proyecto piloto de compostaje comunitario con grupos vecinales de zonas rurales. En esta iniciativa se invertirán 246.000 euros, financiados con cargo a los fondos europeos Next Generation del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR).
La viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Nieves Roqueñí, ha anunciado esta medida en la inauguración de las jornadas ‘Compostaje: una alternativa real a la gestión de los biorresiduos’, en las que también ha participado la gerente de Cogersa, Paz Orviz.
El consorcio trabaja desde 2009 en la implantación en Asturias del compostaje doméstico, una fórmula de autogestión de los restos orgánicos de la huerta, el jardín y la cocina a la que ya se han sumado 15.000 familias. En este sentido, hoy lunes 28 finaliza el plazo de inscripción en la campaña de 2022, en la que están implicados 66 ayuntamientos.
En esta práctica, la gestión del residuo se hace en origen, puesto que es el propio productor quien lleva a cabo el tratamiento de los biorresiduos de origen doméstico: alimentos cocinados y no cocinados y desechos del huerto, de las siegas y las podas. Una familia media de tres miembros produce al año alrededor de 300 kilogramos de basura de este tipo.
Sostenible en costes y en impacto ambiental
El compostaje comunitario implica un trabajo en equipo, con grupos de personas que pueden formar parte de un mismo pueblo, de comunidades de propietarios o de asociaciones. Se usan contenedores e instalaciones colectivas y se logra fabricar un compost de uso municipal o vecinal. De este modo, supone un esfuerzo de coordinación y un compromiso de dedicación que implican importantes ventajas ambientales y sociales.
Roqueñí ha animado a los consistorios “a seguir trabajando mano a mano con Cogersa en la implantación del compostaje a escala individual o colectiva como alternativa a la instalación del quinto contenedor». Y ha explicado que «es especialmente recomendable en las zonas rurales y alejadas en las que poner en marcha un nuevo sistema de recogida separada de materia orgánica podría no resultar sostenible en términos de costes y de impacto ambiental”.
La viceconsejera ha recordado que la nueva ley estatal de residuos, actualmente en tramitación parlamentaria, considera el compostaje doméstico una forma de separación y reciclado de biorresiduos, por lo que contribuye al cumplimiento de los objetivos legales de reciclaje.